6 abr 2011

El Consejo De Dios - Por: Dayan Figueroa



Prédica Culto Miércoles 06/04/2011.

"Micaías profetiza la derrota de Acab". 2 Crónicas 18:1-34.

 Dios nos muestra el proceder de cuatro varones, y cómo tres de ellos mostraron su autosuficiencia e independencia ante Dios, mientras que solo uno tuvo cuidado de su accionar y del consejo que proviene de Dios.
 Con ellos se nos presentan cuatro advertencias para que TODO cuanto vayamos a hacer sea determinado por Dios primero.

2 Crónicas 17:3-13 y 18: 1-7.
 Vemos cómo Josafat, rey de Judá después de haber sido prosperado por Dios hizo parentesco con quien no debía; Acab, rey de Israel.
Éste ofreciéndole lo mejor, persuadió a Josafat para hacer lo que Dios no le había mandado.
 Por tanto, sucedió que Josafat por no estar apercibido y por consentir al consejo del enemigo, se hizo uno con él.
Debemos tener cuidado con quién hacemos unión y lo que hacemos con aquellos.

 Dios nos enseña hoy que toda desición que tomemos, primeramente debe ser consultada ante Él.
No hizo así Josafat, sino que después de hacer alianza con Acab se acordó del consejo de Jehová y de lo que Él tenía para decir.
Además, aborreciendo Acab las palabras de Dios, en esos momentos fue cuando Josafat se acordó de defender el consejo de Jehová, porque nos acostumbramos a hacerlo cuando nos conviene... Y nosotros debemos darle siempre a Dios el primer lugar.

2 Crónicas 18:28-31.
 Después de haber consultado y recibido el consejo de Dios, Josafat y Acab se rebelaron igualmente y fueron juntos a combatir; además de esto, Acab en su astucia engañó a Josafat y éste estuvo pronto a morir.
Podemos entender con esto cómo el enemigo se muestra generoso ante nosotros y termina engañándonos cuando nos aliamos con el para hacer en contra de la palabra de Dios.
 Cuando Josafat se vio en peligro de muerte, entonces en últimas instancias se acordó de Dios y clamó a Él por su ayuda.
Entonces ¿Nos sirve de algo preguntar a Dios acerca de nuestro proceder si después de su respuesta actuamos en contra de ella? No.

2 Crónicas 19:1-2.
 Asimismo Dios nos dice a nosotros: "¿Ayudas, crees y amas al impío, pero no haces así conmigo?" Por lo cual, la ira del Señor viene sobre todo aquel que así actúa.

2 Crónicas 20:35-37.
 Vemos cómo después que Dios nos favorece volvemos a rebelarnos contra él y formamos amistad con los que se inclinan a la impiedad, por ende, se enciende la ira de Dios y Él destruye nuestras obras, y todo lo que hemos logrado junto a Él se vuelve nada...

Josué 23:6-13.
 El Señor nos manda a no mezclarnos ni hacer alianza con aquel que aborrece a Dios y a su consejo para que su ira no se encienda contra nosotros, más bien, Él nos manda a tomar su consejo y su mandato; oyendo su voz y no la del enemigo; oyendo a aquel por medio del cual Dios desea hablar.

2 Crónicas 19:3-11.
 Si inclinamos nuestro corazón a Dios y si no volvemos a despreciar su consejo; si mi corazón se dispone a buscarle y a obedecer a lo que Él me diga con y temor y temblor de Dios, Él nos favorecerá.
 Debemos tomar el consejo de Jehová y conducir a otros en su palabra, asimismo como hizo Josafat con los suyos, cuando él dispuso su corazón a buscarle y a obedecerle, y tuvo cuidado con los jueces que puso en sus ciudades y aprendió a NO hacer acepción de personas como cuando hizo con Micaías, profeta de Jehová al no escuchar ni obedecer el consejo de Dios por medio de él. Por esto tuvo también temor y mandó a sus jueces a proceder ante las causas del pueblo con verdad y con corazón íntegro para no pecar contra Jehová, porque sabía que haciendo así Dios estaría con el bueno.

2 Crónicas 20:1-3.
 Josafat esta vez con temor de Jehová consultó primero a Él y no decidió por sí mismo ante lo que se le estaba presentando.
Cuando los hijos de Dios hacemos así le agradamos, y Él nos da la victoria.

2 Crónicas 20: 14-18.
 Cuando Josafat NO menospreció el consejo que Dios le dio por medio del varón Jahaziel, y se humilló en gratitud a Dios juntamente con todo el pueblo y le alabaron y adoraron, entonces Jehová les dio la victoria, por cuanto inclinaron sus oídos a las razones de Dios y Él también al clamor de ellos.

2 Crónicas 20:20.
 Por esto el Señor nos manda a creer en Él y en sus palabras; creer también a sus siervos por medio de los cuales Él habla, porque
Dios dice que si menospreciamos, aborrecemos, mentimos o hacemos mal a alguien, no lo hacemos con ellos, sino con Él.
 Si en Dios y en sus siervos creemos, entonces estaremos seguros y seremos prosperados.
Debemos hacer como hizo Josafat esta vez, el cual reconoció que Dios habla por medio de sus hijos, y él lo hace con quien quiere y como Él quiere.

2 Crónicas 18:23.
 No debemos hacer como éste hombre, el cual creyendo en su corazón que el Espíritu de Dios estaba sobre él y no sobre Micaías se enalteció al punto de golpearle. Podemos ver que al menospreciar al siervo de Dios nuestro corazón puede ensoberbecerse y de el pueden brotar envidias, celos, etc. Dios usa al que en su solo parecer quiera usar y nosotros no debemos altercar contra Él, sino aceptar su obra con mansedumbre y humildad en el corazón.
2 Crónicas 18:13.
 Así es como debemos hacer, defender la palabra de verdad de nuestro Señor y declararla a los demás conforme a la fidelidad y verdad de su palabra. Nunca debemos proceder a hablar con mentira ni engaño, sino hacerlo con temor hacia nuestro Padre.
 El consejo que recibimos de parte de Dios no debe ser cambiado, cuanto más si se trata de conducir a otros hacia la voluntad de Dios.

Juan 3:31-36.
 Dios nos ha dado su Espíritu, por lo tanto debemos y podemos discernir quién es de Dios y quién habla con verdad su palabra.
Cuando alguien hable lo que no provenga de Dios lo sabremos, por cuanto éste es terrenal y cosas terrenales hablará, pero Dios nos dice también, que aquel que recibe su testimonio atestiguará que Dios es veraz, verdadero, por lo cual si es enviado de Dios, sus palabras hablará, por cuanto en él mora el Espíritu de Dios. Por esta razón, es que Dios nos recuerda que todas las cosas las entregó en manos de Jesucristo su Hijo; primeramente el juicio, por lo cual todo aquel que no cree en su Hijo ni en los que Él envía a hablar su palabra no tendrá la vida eterna, sino que su ira estará sobre él.

Juan 17:20-21.
 Jesús oraba al Padre con el fin de que permanezcamos en unidad; en la unidad de la verdad, siendo uno. Esto pedía por cuanto muchos habían de creer en aquellos que Él enviaría y por medio de los cuales Él les hablaría.

- No debemos hacer como Acab, rey de Israel, no sea que aborrezcamos el consejo de Dios por medio de sus siervos y nos apresuremos a cometer pecado siendo rebeldes a Dios, y finalmente provoquemos nuestra propia muerte espiritual.
- No debemos hacer como Sedequías, no sea que nuestros corazones se enaltezcan y contaminemos el Templo de su Espíritu Santo al actuar con celos, envidias, ira, etc.
- No debemos hacer como Josafat, rey de Judá al principio, no sea que después de recibir llenura y bendiciones de Dios nos desviemos aliándonos con quien no debemos (el enemigo y todo lo de el) y olvidemos de tomar el consejo de Dios antes de hacer cualquier cosa.
Sin embargo debemos hacer como él después, humillándonos a nuestro Dios y aprender a oír a sus siervos que declaran su palabra.
- Sí debemos hacer como Micaías, profeta de Dios, defendiendo la palabra del Señor, declarándola como Él nos la entrega y nunca permitir ni dejarnos persuadir por el enemigo de cambiarla o hablarla con engaño, sino que con la verdad nuestro Dios.

 Temamos a Dios y aceptemos siempre el consejo suyo, Nunca menospreciemos a aquel que Dios nos pone en frente para hablarnos y amonestarnos con su palabra, pues Dios así lo quiso. Seamos sabios y no nos mezclemos con aquello que Dios aborrece, no sea que la bendición de Jehová se aparte de nosotros y solo se encienda su ira y Él en su grandeza y poder termine destruyendo las obras que hemos alcanzado junto a Él mismo.
 Atendamos con prontitud al consejo del Señor y no lo desechemos; dispongamos nuestro corazón para buscar a Jehová en verdad y con integridad.
 Le animamos a seguir instruyéndose con la Palabra de Dios. Continúe enriqueciendo su alma e iluminando su camino con ella para que toda su vida se vuelva a la voluntad de Dios, como Él quiere que sea.
  Sea Dios bendiciendo su vida sobremanera y le guíe en su camino a través de sus palabras que son espíritu y son vida. Amén.

1 comentario:

  1. Dios les continue Bendiciendo mis amados hermanos desde Venezuela buena pagina adelante con Cristo

    ResponderEliminar